La propaganda de dictaduras asesinas se cuela en las fiestas de barrio

21/08/2025 Por Selene Perdomo

Así operan los grupos ideológicos: infiltrándose en las fiestas populares para convertir la tradición en propaganda. Calles convertidas en escaparates de adoctrinamiento con ambiente festivo.

Mientras en el mundo una veintena de países prohíben o restringen el comunismo y la exhibición de sus símbolos, por su carácter totalitario, su adoctrinamiento sistemático y sus crímenes contra la humanidad, en pleno agosto de 2025, en una de las fiestas vecinales más queridas de Barcelona, se permite la venta de merchandising ideológico con total normalidad. Una celebración que debería ser vecinal, cultural y abierta a todos acaba instrumentalizada con fines muy distintos al origen de las Fiestas del barrio de Gràcia.

La propaganda no descansa en verano: se disfraza de justicia social y se apropia de diversas causas, por incoherentes que sean entre sí, para manipularlas a su favor. Lo que debía ser un paseo entre calles decoradas terminó convertido en un escaparate ideológico.

Estelada roja: la más radical de la estelada, ligada a la CUP y a la izquierda independentista.

Bandera comunista (hoz y martillo), símbolo de regímenes represivos con millones de víctimas, exhibida junto a la cubana. ¿Solidaridad o cinismo? ¿Un guiño a la censura, el hambre y el exilio?

El Che Guevara, vendido como ídolo, fue un asesino racista y homófobo que autorizaba ejecuciones sumarias sin garantías judiciales.

Carteles contra la propiedad privada e incitación a la ocupación, pegados en fachadas de comercios que cumplen con sus impuestos.

Pintada llamando a la “lucha contra España” y, por ende, contra cualquiera que piense distinto. Decoración permanente, ubicada curiosamente en la plaza Raspall, donde hemos encontrado toda esta propaganda

Alteraron el rótulo de la calle Profeta: al borrar la letra F quedó “PRO ETA”, en referencia a la banda terrorista responsable de más de 800 asesinatos en España.

Mensajes “feministas y LGBTI ” con símbolos anarquistas y comunistas incluidos en la decoración oficial.

Bienvenida a las fiestas con iconografía comunista mezclada con la independentista. Lemas antifascistas y supuestamente feministas se exhiben con estética soviética, usados no contra el fascismo real, sino contra cualquier disidencia, como si fuera una asamblea ideológica y no una fiesta vecinal.

Merchandising revolucionario que glorifica ideologías responsables de millones de muertos.

Consignas como “Ni expats ni turistas” junto a lemas de “fiestas antiracistas y feministas” proyectan un discurso que aparenta inclusión, pero parte de la exclusión.

Se llaman Estelània. Desde hace unos años este tenderete participa en Gràcia y en varias fiestas populares de Cataluña. Todo legal. Incluso han sido invitados en las mañanas de TV3, la televisión pública de Cataluña. Todo en regla.

Vergüenza: ponen banderas de Palestina con el supuesto objetivo de denunciar un genocidio, mientras evocan y glorifican regímenes que han cometido genocidios y lo siguen cometiendo.

Propaganda invasiva 3 x 1: presente en decoraciones supuestamente festivas. 

Mientras en Cuba el pueblo vive en la absoluta miseria, en Gracia venden la revolución cubana como si fuera la promesa de un mundo mejor. Sacan dinero del dolor, banalizan las dictaduras, justifican el genocidio comunista, todo disfrazado de ambiente festivo.

Y la pregunta inevitable: ¿se hace con dinero público, con dinero privado, con financiación de grupos políticos o asociaciones cómplices de la represión?

¿Y dónde va el dinero que recaudan en el tenderete? ¿ A quién beneficia la propaganda? ¿Se financian causas en países con dictaduras? ¿Se propagan sistemas opresores a costa de la fiesta del vecindario? ¿Estarán subvencionados? ¿O son empresarios capitalistas que se lucran de las desgracias de la humanidad?

Llámame conspiranoica, pero los que hemos vivido en una dictadura como la que hay en Cuba o Venezuela pensamos que esto forma parte de una misión: evangelizar, propagar su ideología y desestabilizar, porque en esencia eso da mucho dinero. ¿O pensáis que buscan la paz, la igualdad y la libertad en el mundo? ¿Seguimos con el buenismo? Algo muy útil para captar a los más jóvenes. ¿Está el independentismo dispuesto a aliarse con regímenes opresores con tal de alcanzar la independencia a cualquier precio?

En cualquier caso, las Fiestas de Gràcia están subvencionadas con el dinero de todos. Es el Ayuntamiento de Barcelona, a través del distrito de Gràcia, quien concede los permisos para ocupar la vía pública. La Fundació Festa Major de Gràcia coordina la organización dentro del marco formal, mientras que las comisiones de cada calle deciden localmente sobre las paradas dentro de su tramo.

URSS: 20 millones de muertes bajo el régimen de Stalin. Hambrunas provocadas, como el Holodomor en Ucrania (alrededor de 7 millones de personas). Campos de trabajo forzado (gulags), represión sistemática, asesinatos de intelectuales, artistas, campesinos y disidentes.

China, bajo Mao Zedong: más de 45 millones de muertos solo en el Gran Salto Adelante.

Camboya (Jemeres Rojos): casi 2 millones de personas exterminadas en menos de cuatro años.

Cuba, bajo el castrismo: encarcelamiento, persecución y fusilamientos de miles de opositores. Decenas de miles pasaron por prisiones políticas, mientras más de 2 millones se exiliaron, miles de ellos muriendo en el mar al escapar de la represión y el hambre. La dictadura internó a unas 30.000 personas en los campos de trabajo forzado UMAP, entre ellos escritores, artistas, periodistas, religiosos, homosexuales y otros considerados “indeseables”, con el fin de “reeducarlos”. A ello se suma la censura sistemática, con prensa solo estatal y represión que continúa hasta hoy, como en las protestas del 11 de julio de 2021, cuando más de 1.500 manifestantes, incluidos menores de edad, fueron detenidos, muchos de los cuales hoy cumplen largas condenas por haberse manifestado pacíficamente.

¿Esto es libertad de expresión?

No, esto es apropiación ideológica de unas fiestas que deberían ser de todos.

La Fiesta de Gracia no nació para servir de escaparate a la propaganda. No nació para burlarse de las víctimas del genocidio comunista, ni para herir a quienes lo han padecido.

Esto no es Cuba, ni Venezuela ni la Unión Soviética, donde en cada barrio hay informantes que delatan a sus vecinos y donde las fiestas vecinales o los llamados “trabajos voluntarios” son, en realidad, actos forzados de culto al líder y mecanismos de control y adoctrinamiento.

En Cuba, la vigilancia vecinal se convirtió en consigna oficial: “en cada cuadra, un comité, en cada barrio revolución”. Crearon los Comités de Defensa de la Revolución (CDR): una red de control social, delación y lavado de cerebro permanente. Pretender trasladar esa lógica de manipulación colectiva disfrazada de fiesta es lo que denuncio aquí.

La historia está para aprender, no para repetirla. Y la historia reciente ha dejado claro que el comunismo fracasó y que, allí donde se impuso, sembró masacres y violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Esa sola lección debería bastar para no coquetear con tales ideologías.

Las dictaduras, de un lado o de otro, son el mismo perro con diferente collar y, en realidad, son más amigas entre ellas de lo que pensamos. Si no me creéis, averiguad sobre los días de duelo nacional que declaró en la isla el dictador Fidel Castro en honor al dictador Francisco Franco, cuando este murió enfermo en su cama.

Ya sé que soy el último eslabón, ¿a quién le importa? Pero, como exiliada que huyó de la dictadura cubana, seguiré pagando el karma de algo muy grande. ¿Qué habré hecho en una vida pasada? Volveré a escapar de las garras comunistas y a exiliarme donde no lleguen sus tentáculos; no sé si ese lugar existe. Si es así, por favor, dadme asilo.

¿Nos vamos a callar mientras se promocionan ideologías criminales que han causado más dolor que hasta el propio fascismo y nazismo juntos? No, porque aquí aprendí la libertad que ahora está en peligro.

Seguir idealizándolo y mercadeando con sus símbolos hoy, es ser cómplices y negar el dolor de millones de víctimas. El comunismo genocida y opresor no es motivo de celebración. No es una moda vintage. Es una ideología que ha perseguido, asesinado y empobrecido a pueblos enteros.

Y sigue haciéndolo.

Fidel Castro a la venta: dictador durante décadas, dejó un legado de represión, censura, exilio, hambre y muerte que aún marca a Cuba.

¿Y quiénes son los del tenderete que se lucran blanqueando dictaduras?

Una farsa disfrazada de justicia social

El comunismo que glorifican ha provocado más de 100 millones de muertos.